
1.- El disco empieza con "Marineros" cuyos ritmos me desagradaron desde el principio. Soy muy poco tolerante al estilo medio gitano-rock-folklórico-sepa-la-madre como manu chao y bastantes bandas españolas. La rolita se pone más o menos divertida como a los dos minutos pero no dejo de pensar que estoy escuchando a los gipsy kings.
Somos todos hijos del sol, del fuego2.- Sierras Negras.
Un track de 0:58 afortunadamente.
Acabo caminando solo por la sierra negra... (bis)
Mi cabashito tiene hambre...
Mi interpretación: Seamos todos marihuanos y démonos la mano mientras tocamos nuestras percusiones exranjeras. Paso.
3.- Jovens.
De verdad este track me puso de buenas, después de burlarme un rato terminé moviendo el pié sin parar durante los 3:46 que dura. Las guitarras acústicas y las percusiones me parecen muy agradables pero por un momento me imagino en la iglesia cantando junto a todas las doñitas adorando a Jesús hijo de Don Pepe y Doña Mari.
Sho no quiero caer y no queria caer, quiero seguir arriba para bailar.
4.- La pipa de la paz.
Más cánticos de iglesia. De aquellos especiales para la hora de comulgar, ¡saquen la pipa! Tiene un solo de metales al final que la hacen oler más a cantina que a iglesia, sólo por un momento.
5.- Ya!
Me imagino que este tema es más optimista y con mejor vibra pues corean "shala la la" con simpatía. Desafortunadamente sigue sonando a canciones del grupo de jóvenes (de la iglesia de Fátima, Mochiswood).
6.- Infinito
Esta rola da un ambiente más melancólico (podría decir "alegremente deprimente") y puede ser de ese selecto grupo de tracks que van a salvar al album.
Me iba a ir tema por tema pero la verdad este disco es tan tedioso y repetitivo que podría copiar el mismo texto en cada uno de sus 19 tracks. Tienen dos o tres fórmulas que se encierran en "cánticos de iglesia", "fumando mota alrededor de la fogata en la playa" y "voy a tratar de variarle un poco para que se emocionen y luego nos regresamos a música de iglesia".
Los temas que voy a arrancar de este disco son "Cuestión de pesos", "Vayan a ser" y "Entre las cortaderas", les voy a quitar la cebolla y las ramitas de orégano y las voy a poner en un playlist de "varias rolas desvalagadas" en random para ocasiones en las que esté harto del mundo.
El resto del disco lo usaría para ambientar alguna cantina de mala muerte de pueblo marginado con mesas rotuladas de cerveza superior desgastadas con alcohólicos demacrados saboreando su miseria con caguamas envueltas en periódico y gallinas merodeando entre sus piés, o bien, se lo pondría a personas a las que quiera molestar.
No sé nada de estos tipos y a lo mejor cambia mi opinión al escucharlo más pero no creo tener más fuerza para darle otro intento.
Yo no lo recomiendo a menos que sea para razones similares a las que acabo de mencionar.
Apesta.
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